118 PANORAMAS DE LA VIDA
solucionar esta difícil cuestion. Y cada dia sentíame mas abatida y enferma ; y lo peor era que mis amigas rehusaban creerlo, y me arrastraban consigo á bailes, banquetes y largas veladas que agravaban mi mal, sin que me fuera posible sustraerme á aquellas exigencias, desprovista, como estaba de ese móvil indispensable de locomocion: el dinero.
En uno de mis mas angustiosos dias, cuando sentia ya llegar la fiebre, y que el ahogo oprimia mi pecho, preséntanseme de repente dos hombres montados en magníficos caballos, trayendo otros iguales del diestro.
Una carta que me entregaron me instruyó de que eran enviados por un hermano que yo no conocia, y que me invitaba á que fuera á pasar algun tiempo en la hacienda donde vivia retirado con su esposa y sus hijos.
Ví el cielo abierto! no solo por la dicha de abrazar á aquel hermano querido; sino por el deseo de morar en una soledad agreste, estraviándome en los bosques, aspirando la atmósfera de los inmensos espacios.
Y luego, esos parajes que iba á visitar éranme enteramente desconocidos; mi existencia allí sería del todo nueva, y sin relacion alguna con la anterior.
Aquella solucion de continuidad entre el presente