Página:Italia desde la batalla de Pavía hasta el saco de Roma.djvu/38

Esta página ha sido corregida
26

nuestra voluntad es tener fin á la paz universal de la christiandad, porque vemos que no nos ha dado Dios esta victoria de su mano para otro efecto, y que assí tratase con el Christianísimo Re^ de Francia de los capítulos y asientos della, porque fasta saber si tendrá por bien de venir en condiciones honestas, no queremos sino sobreseher las armas que otramente sería necesario exercitallas.

»Con este despacho va provisión de otros cien mil ducados para el entretenimiento del exército fasta ver lo que el Rey de Francia acordare de hacer, que en verdad holgaríamos mucho que se contentase de se conformar con lo que Dios le muestra que quiere, para en beneficio de la christiandad, y quando no toviere por bien, aunque contra nuestra voluntad, quedaremos satisfecho de haber cumplido con lo que nos parece que debemos á príncipe christiano y al cargo en que Dios nos ha puesto»[1].

De la lectura de esta carta resulta clara y terminante la resolución del Emperador, basada en la aspiración á la paz universal con los


  1. En iguales ó parecidos términos se expresó el Emperador con el Papa en carta que le escribió, Datum Maioreti 4.° Aprilis 1525, que empieza: «Exhibuit nobis Reverendus Baltasar Castillioneus...»—Col. Salazar.