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Pasa el aire silbando... yo en el aire me enredo,
Ruedan hojas al suelo... yo en el suelo me quedo,
Vuela un ave nocturna... yo me voy en sus alas:


Fulgores luminosos en torno tuyo exhalas.
La vida toda entera se me va por la frente,
Mis manos en tus manos tiemblan furtivamente,
Y mi alma, en tu alma, tiembla, ruega, musita,
Susurra, arrulla, espera, se estremece y palpita.


Todo es una esperanza en torno nuestro, todo
Es paz, silencio, calma, dulzura y acomodo.
Del uno al otro pasan palabras inefables
Sin que yo te las diga, sin que apenas me hables.


Pensamos en nosotros... pensamos en mañana.
¿Si el amor se termina? ¿Si la duda nos gana?...
Ah, me dices ahora: ¡Qué miedo de perderte!...
Y entre las ramas, blanca, se aparece la muerte.

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