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NOCHE DIVINA


Este jardín nos cede su delicia,
Nos cede el árbol de manzanas lleno:
Fuente de dioses a la sed propicia,
Pan del instinto, para el hambre, bueno.


Mas blanco mármol sin igual pudicia
Fija en nosotros su mirar sereno:
Muslo desnudo, vigoroso el seno,
Puro, como la luz que lo acaricia.


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