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MIEDO


Aquí, sobre tu pecho, tengo miedo de todo;
Estréchame en tus brazos como una golondrina,
Y dime la palabra, la palabra divina
Que encuentre en mis oídos dulcísimo acomodo.


Háblame amor, arrúllame, dame el mejor apodo,
Besa mis pobres manos, acaricia fina
Mata de mis cabellos, y olvidaré, mezquina,
Que soy, oh cielo eterno, solo un poco de lodo.


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