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Yo te pedía el cielo, me diste tierra,
Yo. te pedía estrellas, me diste besos,
No entendiste lo grave de tus excesos,
Me diste tierra!


El amor nuestro pudo ser una aurora
Y solo fué un poniente triste y sombrío.
Fuera en vano la enmienda de tu desvío,
Pasó la aurora!


No extrañes que sin orden y sin destino
Para mi frente corte pámpanos griegos;
Mis ojos han perdido llantos y ruegos:
Fué mi destino.

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