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Abríos rosas blancas, volad, volad, palomas;
Poneos encarnadas, sabrosísimas pomas;
Abejas, haced mieles; derramaos laud.


Bajo la noche de oro, con una luna inmensa,
Tal vez quede mi vida para siempre suspensa,
Muy rubia mi cabeza, muy negra mi inquietud.

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