Esta página ha sido corregida
Abríos rosas blancas, volad, volad, palomas;
Poneos encarnadas, sabrosísimas pomas;
Abejas, haced mieles; derramaos laud.
Bajo la noche de oro, con una luna inmensa,
Tal vez quede mi vida para siempre suspensa,
Muy rubia mi cabeza, muy negra mi inquietud.
124—