Página:Irremediablemente... (1919).pdf/130

Esta página ha sido corregida

Yo no sentía nada... En el vacío
Vagaba con el alma condenada
A mi dolor satánico y sombrío.

Y te dejé marchar calladamente,
A tí que amar sabías y eras bueno,
Y eras dulce, magnánimo y prudente.

... Toda palabra en ruego te fué poca,
Pero el dolor cerraba mis oídos...
Ah, estaba el alma como dura roca.

122—