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AYME!


Y sabías amar, y eras prudente,
Y era la primavera y eras bueno,
Y estaba el cielo azul, resplandeciente.

Y besabas mis manos con dulzura,
Y mirabas mis ojos con tus ojos,
Que mordían a veces de amargura

Y yo pasaba como el mismo hielo...
Yo pasaba sin ver en donde estaba
Ni el cruel infierno ni el amable cielo.

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