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Donde deben atarse los caballos. — Se atarán so­lamente en los palenques y corrales. En San Martín, po­drán atarse en los dos ombúes grandes de frente a la cocina; mas de ningún modo en los que están en calles.

Cuidado de las casas. — Deben cuidar los capataces que los peones no corten paja de las alas de los ranchos para hacer prender el fuego; los mojinetes y caballetes deben componerse cuando se descompongan.

Loros. — Debe cuidarse que no estropeen los montes y ranchos.

Tejados. — En San Martín deben limpiarse cuando se note alguna suciedad; estos se limpiarán con una cana.

Velas. — En la pared no debe haber; y menos deben mearse adentro los que duermen en las viviendas, que suelen mearse en las ventanas.

Corrales. — Cuando se descompongan deben com­ponerse, y no dejarse para cuando estén muy descom­ puestos. Los mejores días para componer los corrales, son cuando después de llover quedan húmedas las guascas.

Calidad de los capataces. — Los capataces de las haciendas deben ser madrugadores y no dormilones; un capataz que no sea madrugador, no sirve por esta razón. Es preciso observar si madrugan y si cumplen con mis encargos. Deben levantarse en verano, otoño y prima­vera, un poco antes de venir el día, para tener tiempo de despertar su gente, hacer ensillar a todos, y luego tomar su mate y estar listos para salir al campo al aclarar.