Las estrategias para la innovación tecnológica en Castilla y León 22
pueden apoyarse, bien en la existencia de fallos en el funcionamiento del sistema de mercado o, bien, en las deficiencias mostradas por los autores evolucionistas. Estas últimas plantean otro tipo de deficiencias relacionadas con la complejidad del proceso innovador que se materializa dentro de un entramado de agentes que interactúan con intensidad. A partir de este conjunto de aportaciones, se apuntan las posibles fórmulas de intervención que pueden ponerse en funcionamiento para evitar o reducir los efectos de las limitaciones que sufre el proceso innovador. Al mismo tiempo, se plantea como la intervención del sector público se encuentra severamente afectada por la nueva distribución de poder de las instituciones del Estado que acontece en algunos países, originando una reasignación de funciones desde una perspectiva territorial, como ya se ha apuntado.
El tercer capítulo, “La acción pública en el ámbito de las infraestructuras de soporte a la innovación”, está dedicado a las infraestructuras tecnológicas como uno de
los medios a disposición de las autoridades públicas para fomentar la capacidad innovadora
de los agentes de un territorio. Dentro de este grupo de instrumentos, que tienen en la
actualidad una gran relevancia para articular los sistemas regionales de innovación, están
los parques tecnológicos, con una fuerte difusión, tanto en los lugares que cuentan con alta
capacidad innovadora como en las zonas que no disponen de condiciones adecuadas para
lograr un elevado nivel de desarrollo.
Por la relevancia como infraestructura tecnológica y por el destacado papel en las
políticas regionales de innovación se profundiza en el examen de los parques tecnológicos.
El análisis se inicia con la delimitación del concepto de parque tecnológico, ya que, en la
práctica, ha venido a utilizarse para definir una gran variedad de iniciativas. Y, continúa
con las justificaciones que tienen los diferentes grupos (gobiernos, empresas,
universidades,...) para interesarse y estar presentes en una proyecto de esta naturaleza en el
que confluyen sus objetivos particulares.
Entre los posibles promotores de un parque tecnológico está el sector público, que,
como en otras infraestructuras tecnológicas, aporta financiación. Esta presencia, en un
momento donde la intervención del Estado se encuentra sometida a revisión, debe ir
acompañada de una definición clara de los objetivos perseguidos y, al mismo tiempo, de
cómo se realiza su seguimiento y su valoración.