Página:Ilíada - bdh0000257658 - Volumen 1.pdf/13

Esta página ha sido corregida

ADVERTENCIA DE LOS EDITORES

Han pasado los tiempos de las traducciones infieles, exactas tal vez en las palabras, pero que no conservan el alma de la obra.

¡Cuántas traducciones se han hecho de los famosos poemas de Homero!... Y sin embargo, en casi todas ellas el lector experimenta el cansancio que inspira lo artificial y amanerado. Los héroes homéricos en estas versiones elegantes y académicas hablan como profesores de nuestra época, sin que quede en ellos nada de su carácter rudo y heroico. Y lo mismo puede decirse de las descripciones del ambiente que los rodea. El gran poeta francés Leconte de Lisie, apreciando la desorientación que sufría el público por estas falsas versiones, acometió la tarea de retroceder hasta las fuentes primitivas, volviendo á traducir las obras homéricas El más grande de los poetas no fué traducido esta vez por un profesor de griego, sino por un gran poeta. Sólo el autor de Poemas bárbaros podía traducir á Homero. En las traducciones hay que hacer algo más que restaurar el caparazón de la obra traducida: hay que transmitir el alma de un cuerpo á otro cuerpo, conservándola