con acrótera, atravesado de tres ventanas semicirculares en línea, adornadas de una columnita por jamba é imposta corrida, y de otra ventana sobre la central, todas tapiadas con sólo vano de aspillera. Está repartida en tres naves, separadas por diez machones cuadrangulares con una columna en cada frente, y compuesta cada una de seis bóvedas de crucería.
La portada es ojival, con tres columnas por jamba, y en los fastiales hay estribos finos y lisos, y ventanas semicirculares, que fueron ajimezadas y treboladas con tracería.
La ornamentación del edificio es, tras de tosca, tan variada y extraña; que envuelve un verdadero problema artístico-arqueológico. Merecen especial mención los ábacos corridos y muy salientes de los capiteles de los machones, unos escotados, otros chatos, como grandes losas, cuáles pometados, y cuáles con flores cruciformes, ó pirsmáticas de poco relieve.
Sin el más ligero dato histórico de la de Baamonde, ni fotografías ni aun medianos dibujos de ella, por meros apuntes y fuertes recuerdos de haberla visto muchísimas veces durante medio siglo, puedo afirmar que tiene por cabecera un muro en piñón, con acrótera, y él ventana ojival equilátera con quitalluvias, y la arista interior reemplazada por un caveto. Portada principal con sólo una columnita aislada por jamba, y otra lateral al lado de la epístola, como ella, semicircular, de archivoltas tóricas y vano trebolado, y ambas con festón de contralóbulos, en la una ojivos y en la otra semicirculares. Los fastiales tienen canecillos y seis estribos con dos resaltos y cornisa inclinada en glacis, lo mismo que los dos unidos en cada esquina de la fachada, y los otros dos en la unión de la nave única y reducida, con la capilla mayor, que es prolongación de ella; y de la que por el interior les separa una buena ojiva por
