en que no habia pensado, á pesar de lo palmaria, basta aquet momento. Si me dormia eual pense bacerlo, ¿oemo renovar el aire de la cámará? Respirar su atmósfera mas de una hora era sompletameste imposible, y hacerlo bora y ovarto, tondria indodablomente deplorables censeonencias.
Grave inquietud me causó esta eruel alternativa, y no pare08 oreible, que despues de los mochos poligros ya superados, me arredrara yo tanto, que desesperase de realisar mi intento y pensara seriamente en resignarme á la necesidad de descender.
Setnejante përplejídad, no fué sin embargo mas que momentánea. Reflexioné que el hombre es el mayor esola vo de la costumbre, y que asf, considera ooino esohoialmente importantes para su existencia, mil eosas á las cuałes se ha habituado y que no tienen tal importancia, simo porque la rutina