colocado tres aberluras con cristales redondos muy gruesos y claros, á través de los qne podia ver fåoilmente en derredor mio y en todas las direcciones horizontales. En el fondo del saco habia practicado una abertura semejante, que còrrespondia á otra hecba en el piso de la misma barquila dejándome dirigir así la visla por debajo en la direccion de la verticai. No me fué posłble acomodar una invenoion del propio género en la' parte saperior, á causa del inedio particular que me vi precisado á emplear para cerrar la boca del saco llena de pliegues, de modo que hube de renunciar å ver los. objetos en mi cenit. No di á esto gran importancia, porque aun suponiendo que hubiese podido colocar una ventana en la parte superior, de nada me hubiera servido, en razon á que el globo me hubiera impedido estender la vista por ella,
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