tencia, las tenia mas que suficientes, en razon á que ademas de ser muy fuertes tos botones, se hallaban tan cerca uno de otro, que cada cual solo sustentaba realmente una parte muy ligera y pequeña del pes0 total; de manera que aun teniendo la barquilla y su oontenido un peso triplo, ninguo temor me habria asaltado. Despues de la operacion reførida, levanté el aro y lo coloqué dentro de la funda de caoutobouc en tres varas ójalones ligeros que ya tenia preparados para este fin. Esto tenia por objeto mantener el saco bien estirado por la parte superior y lograr que la inferior de la red tomara la posicion apetecida. Solo me restaba anudar la boca del saco, y esto lo conseguf juntando los pliegues del caoutchouo, que retorcí apretándolos con una especie de torniquete de mano.
En los costados de la funda estendida de este modo alrededor de la barquilla , habia