sideraciones que me indujeron á suponer, que semejante empresa aunque erizada de dificultades y llena de peligros, no era totalmente imposible para un espíritu emprendedor.
Lo primero que necesitaba considerar era la distancia material de la luna á la tierra.
La distancia media ó aproximada entre los centros del planeța y su satélite, es ó cin- 6.
cuenta y nueve veces mas una traccion, el radio terrestre en el ecuador , ó lo que es lo mismo, unas 237.000 millas. Aunque he dicho distancia media ó aproximada , se comprenderá fácilmente, que siendo la órbita lunar una elipse cuya escentricidad no baja de 0.05484 de su semi-eje mayor, y hallándose la tierra en uno de los focos de esta elipse; logrando yo de un modo cualquiera encontrar á la luna en el perigéo, se disminuía reparablemente la distancia evaluada antes, y por tanto mi viaje. Mas dejando aparte tal