Página:Historias extraordinarias (Segunda serie).djvu/129

Esta página no ha sido corregida
123
SIN IGUAL.

de aquellas pertarbaciones geológicaás cuya teoría ya estableci anteriormente en este relato.

Ya casi llegaba al satélite de la tierra, y seguia cayendo con terrible impetuosidad: sin perder un instante, arrojé fuera de la barquilla todo el lastre, despues los barriles de agua, el aparato condensador, el saco de caoutchouc y finalmente dejé vacía la barquilla. De nada sirvió esto y seguia descendiendo con horrible velocidad, no distando ya mas de media milla de la superficie.

Como último remedio tiré el paletot, el sombrero, las botas, y desaté del globo la barquilla misma, que no dejaba de pesar bastante, cogiéndome entonces con las manos de la red. Apenas habia tenido tiempo de reparar, que todo el pais hasta donde alcanzaba la vista, estaba sembrado de casas lilliputienses, cuando vine á ca er en el cen-