racion en la atmúsfera. A las diez no pude dudar ya del considerable aumenta que tenia de densidad. A las once, no era menester emplear sino muy escaso trabajo con el aparato y á las doce me determiné con cierto recelo á destornillar la manga. Viendo que ningun inconveniente me producia, abri sin titubear la cámara de caoutchouc y desenfundé la barquilla. Segun debi haber previsto, la .consecuencia inmediata de esperiencia tan precipitada y llena de peligros, fué una violenta jaqueca acompañada de espasmos; mas como semejantes inconvenien- — tes y varios otros tambien en la respiracion, no eran de suficiente magnitud para poner en tiesgo la vida, me resigné å sufrirlos con tantá inas paciencia, cuanto que todo contribuia á que creyese durarían muy poco, y desaparecerían progresivamente y de minuto en minuto, segun me fuera acercando
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SIN IGUAL.