Página:Historias extraordinarias (1871).djvu/325

Esta página no ha sido corregida
321
HISTORIAS ESTRAORDINARIAS

reborde de la canasta, de modo que cruzando la barquilla paralelamente y á un pié de distancia una de otra, formasen una especie de estante, sobre el cual coloqué el barril y lo sugeté, de forma que su eje quedara en una posicion horizontal.

A cosa de unas ocho pulgadas por bajo de estas cuerdas y á cuatro piés por encima del fondo de la barquilla, dispuse otro estante, que hice con una tabla delgada, única de su especie que estuviera en mi poder; y sobre este último estante y exactamente debajo de uno de los bordes del barril, coloqué un cántaro pequeño de barro.

Hice un agujero en el fondo del barril, por cima del cántaro y coloqué en él un tarugo de madera de forma cónica, que apretándolo más 6 menos, y al cabo de algunos tanteos, quedó de tal suerte, que solo permitia la salida por el agujero de una cantidad de agua tal, que el cántaro se llenaba hasta rebosar en un espacio de tiempo de sesenta minutos. Conseguí esto último sin gran trabajo, haciendo observaciones repetidas de la parte de cántaro que se llenaba de agua en un tiempo dado. Despues de lo dicho, no es ya difícil comprender lo demás, ni adivinarlo.

Tenia colocada la cama en el fondo de la barquilla, de modo que estando acostado quedaba sobre mi cabeza la boca del cántaro. Indudablemente al cabo de una hora, completamente lleno el cántaro, rebosaría el agua, cayendo sobre 11