ios granos de arroz que para ellos eché en el fondo de la barquilla.
A las seis y veinte minutos me daba el barómetro una elevacion de 26.400 piés, ó cinco millas, con diferencia de una fraccion; la perspectiva carecía al parecer de límites, y sin embargo es bien fácil, con el auxilio de la trigonometría esférica, calcular la estension de la superficie terrestre que abarcaba mi vista. La superficie convexa de un segmento esférico, es á la superficie total de la esfera, como el seno verso del segmento es al diámetro de la esfera. En el caso actual, el seno verso, es decir, el espesor del segmènto situado por bajo de mi globo, puede tomarse con muy escasa diferencia por igual á la elevacion que yo tenia, ó que tenía sobre la superficie terrestre el punto de vista. La relacion entre cinco millas y ocho mil millas (1), será la misma existente entre la superflcie abarcada por mi vista y la total; de manera que yo debía percibir la mil seiscientos ava parte de la superficie total de la tierra.
A pesar de que con el telescopio observé que la mar se hallaba agitada de un modo violento, á la simple vista parecía tersa como un espejo, y no se veía al navío que sin duda se hallaba separado al este. Comencé entonces á sentir por intérvalos, y singularmente en los oidos, un dolor faerte de cabeza, pero no por eso dejaba de (1) Estension del diámetro de la tierra.