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HISTORIAS ESTRAORDINARIAS

A esto nos dijo sencillamente que en su tiempo los grandes movimientos eran cosas terriblemente comunes, y que en cuanto al progreso, en su época fué una verdadera calamidad, pero, jamás progreso.

Entonces hablamos de la inmensa belleza é importancia de la democracia, y mucho trabajamos para que el conde comprendiese la naturaleza positiva de las grandes: ventajas, de que gozábamos los que vivíamos en un país donde el sufragio era ad líbitum, y donde no habia rey.

Escuchábamos con sumo interés, y hablando en plata, parecíanos que se divertía de veras. Cuando acabanmos, nos dijo que algo parecido habia ocurrido entre ellos, muchísimo tiempo hacía. Trece provincias Egipcias resolvieron repentinamente ser libres, dando así magnífico y saludable ejemplo al resto de la humanidad. Reuniéronse sus sábios y tramaron la más ingeniosa constitucion que imaginarse puede. Durante algun tiempo, todo iba bien; pero habia ciertas costumbres que eran prodigiosas. La cosa, sin embargo, acabó así: las trece provincias Egipcias y algunas otras más, hasta quince ó veinte, se consolidaron y formaron el más odioso é insoportable despotismo de cuantos se haya hablado en la redondez de la tierra.

Pregunté cual era el nombre del tirano usurpador.

Por lo que se acordó el conde, el tirano se llamaba «La Canalla.»