Página:Historias extraordinarias (1871).djvu/235

Esta página ha sido corregida
231
HISTORIAS ESTRAORDINARIAS

El doctor Ponnonner daba lástima. Mr. Gliddon, no sé por qué secreto procedimiento, habíase hecho invisible. Creo que Mr. Silk Buckingham no tendrá la audacia de negar que á gatas se escondió debajo de la mesa.

Pasado el primer momento de terror, ya algun tanto tranquilizados, resolvimos por de contado, intentar otro esperimento. Dirigimos nuestras operaciones al dedo gordo del pié derecho. Para ello practicamos una incision en la region del hueso se samoideum pollicis pedis, llegando así al nacimiento del músculo abductor. Vuelta á cargar la bateria, aplicamos el hilo conductor al músculo escueto, cuando en un movimiento, más vivo que la misma vida, retira la momia la rodilla derecha como para aproximarla todo lo posible al vientre, y estirándola despues con una fuerza inconcebible, asentó al pobre doctor Ponnonner tan tremenda coz, que tuvo por resultado disparar á este caballero, como el proyectil de una catapulta, arrojándole á la calle por el hueco de una ventana.

Todos nos precipitamos en tropel á recoger los restos del mal aventurado sábio, pero tuvimos la dicha de hallárnosle en la escalera, subiéndola con incomprensible ligereza, abrasado por el más vivo fuego filosófico y más que nunca convencido de la absoluta necesidad de seguir adelante nuestros esperimentos con pertinacia y esquisito celo.

Asf, pues, y siguiendo su consejo, hicimos una