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HISTORIAS ESTRAORDINARIAS

razon que palpita debajo de tierra, un horror indecible ante el cual la imaginacion más aguerrida retrocede espantada. No existe agonía semejante sobre la tierra y es imposible forjar un suplicio, más repugnante ni más feroz, para el mismo infierno. Esta es la causa de que todos los relatos sobre semejante asunto produzcan tan honda impresion, y que no obstante, y en razon déla misma intensidad de la emocion esperimentada, se apoye principalmente nuestra fé en la veracidad del relatante. Lo que por mi parte quiero contar, no puede ser más cierto, porque se trata de mi propia historia, y es resultado de mi esperiencia personal.

Hace muchos años padecía yo ataques de esa enfermedad singular, que los médicos llaman catalepsia, á falta de otro nombre más característico. Sin embargo de que las cáusas inmediatas y originarias, así como el diagnóstico de dicha enfermedad sean aun un misterio, los síntomas son bastante conocidos y varían únicamente en la intensidad.

A veces el sueño letárgico solo dura veinte y cuatro horas: el enfermo permanece inmóvil é insensible en la apariencia, pero se anuncian débilmente los latidos del corazon, mientras un resto del calor y una coloracion, aunque ligera en las megillas, indican que la vida ha huido completamente del cuerpo. Acercando un espejo á los labios puede apreciarse la existencia de una respiracion torpe, desigual y vacilante. En