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ESTRAORDINARIAS.

lo sabia , nadie podia adivinarlo., nadie: ni el mismo burgomaestre Mynheer Superbus Van Under dok poseia la menor nocion que pudiera aclarar ol misterio; de suerte que no sabiendo que hacer, todos los buenos ciudadanos de Rotterdam, como Un solo hombre; sas respectivas bocas, y sin perder de vista el fe- Bómeno, empezaron de nuevo á echar homo, cieron una pausa, se bambolearon á uno y otro lado, y refunfuñaron significativamente: volvieron á moverse en sentido contrario, refunfuñaron de nuevo, hicieron una pausa, y finalmente, empezaron á echar humo.

Sin embargo, veiase bajar, siempre en direocion á la bienaventurada cindad de Rotterdam, objeto de tan gran curiosidad y. la causa de tanto bumo. A los poCos minutos, el objeto legó bastante cerca para poder ser distinguido exactamente.

Parecia ser , ó por mejor desir, era indudablemente una especie de globo; pero'á buen segATO que hasta entonces no habia vistò Rotterdam globo que se le pareciera, pues ¿quién ba oido hablarnunca de globos, eniteramente formados 'de periódicds grasienfos? Cieirtamente que nadie en Holanda , y sin embargo, á làs mismas narices del púeblo; ó mas bien; um: poco mas arriba de sus narices, aparecia et objeto en duestion, el mismo objeto, fabricado; si no mienten las :noticias, con esta materia en la cuał nadie' ha pensado nupca are somejante destino. Era un dsulto eaormeial-buen sentido de los rodterdamenses: En canto la forma delu:fenómenegleia;pisi volvieron sus pipas al ángulo de hiel