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    tumbrados a resistir Vientos impetuosos, y muy largos y lluviosos Inviernos, de que resulta, que consistiendo la felicidad de la Viruela en que sea fácil su erupcion, encontrando mui estrechos los poros del cutis de estas gentes, por donde devia ser su salida retrocede la materia benenosa, que habia de formar las pústulas exteriores a la masa de la sangre y entrañas, y se hace maligna la viruela, corrompiendo todos los líquidos en que queda nadando un beneno que no tiene otro contrario, que la expulcion inventada por la naturaleza, cuios exfuerzos se debilitan y aniquilan por el impedimento exterior que se acaba de notar.

    Por estas razones, y otras muchas que omite el Protomedicato (por no hacer demaciado difuso este Informe) cree que la ciudad de la Concepcion está amenazada de una cuasi total despoblacion, que no solo comprenderá a los individuos que perecerian de viruelas, sino aun a los que hayan pasado esta enfermedad con felisidad en la Presente Epidemia y a los que no tengan que temerla, por haverla padecido antes, pues que todas quedan expuestas a ser víctimas de las epidemias que nacen de la ynfecion del ayre contaminado por las materias podridas, en que se resuelven las viruelas: consequencias tanto mas funestas y temibles quanto que las enfermedades resultantes de las Epidemias generales en algún Pays son una retificacion del beneno, que empieza a producirlas; y que apurado hace mas biolentos estragos en su dejeneracion, e que tenemos tristísimos y multiplicados exemplares de la Historia Médica, y por tanto la ciudad de la Concepcion debe hacer uso de todos los medios proporcionados a oponerse a esta ruina. Los que se le ofrecen a este Protomedicato son las que ha a proponer a US.

    El primero deberá ser el de extinsion del mal en su orijen por medio de la separacion de los Enfermos actuales de viruelas, pues siendo esta enfermedad de aquellas culo contajio se contrae por medio de la comunicacion con los Enfermos, o las cosas inanimadas de que estos se han servido o tocado, separando a unos y otros a lugares, cuios Aires no tengan comercio con el pueblo de que se sacan, se preservan sus moradores.

    La ciudad de la Concepcion y su Obispado tienen dos muy recientes ejemplos de la eficacia de este medio devidos al sabio selo de U. S. que la libertó de este azote. El primero quando el Navio de Guerra San Pedro Alcántara arribó a Talcahuano el 22 de enero del año pasado de 1785 llebando en su tripulacion Viruelas que asotaron a los moradores de la Ciudad y puerto, pero ocurriendo las justas providencias de V. S. para impedir el comercio de las gentes de mar con las de tierra se vió salir este enemigo sin dejar rastro el mal que amenazaba. El segundo el año pasado de 1787, en que habiendose difundido este contajio desde esta ciudad hasta las ynmediaciones del Rio Maule, se hizo V. S. obedecer de este enemigo devorador de la humanidad, poniéndole márjen á las orillas de este rio por lo justo de sus Providencias, con que defendió a sus subditos de sus estragos.

    Igual éxito tubo este mismo adbitrio en los años de 1780 y 84, en que se separaron algunos Virolentos, que se descubrieron en la misma ciudad, y se trasladaron en el primero a la isla de la Quiriquina, y en el último a Coihueco, como apuntó este Protomedicato en el Informe que dió a esta Cap. General el mencionado año de 1785 en el expediente que V. S. remitió a ella siendo Maestre de Campo General de la Frontera con motivo del arrivo del San Pedro Alcántara de que se hizo memoria antes.

    Seria inútil aglomerar aquí higuales exemplares de la utilidad de este medio observados en todo el mundo, para convencer a los abitantes de la Concepcion quando tienen por testigo a su propia esperiencia; y assi omitiendo ynnumerables que pudieran sitarse concluie este Protomedicato: que ia que no se adoptó al principio, por razones que aquel Sr.