CAPÍTULO XVIII.
Higiene Pública y Policía SanitariaLa ciudad de Santiago comenzó por ser «un montón de barro coronado de ramas de espino», ha dicho con razón, el erudito historiador don Miguel Luis Amunátegui.[1]
La capital creció en medio de la inmundicia.
La higiene pública fue completamente descuidada durante la colonia; las escasas medidas que se tomaban cuando había alguna epidemia, eran olvidadas apenas pasaba el peligro.
La primera medida de aseo data de 1550, en que el Cabildo ordenó la limpieza de las calles, por los indios ó esclavos de cada casa.
En sesión del 9 de Septiembre de 1588, se volvió á ordenar el aseo de la ciudad de Santiago ¿¿por cuanto conviene al bien y limpieza que no haya basurales, perros y otras cosas muertas. El 4 de Noviembre del mismo año acordaron los rejidores salir por
- ↑ El Cabildo de Santiago.—Ob. cit.