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LXV
HISTORIA DE CHILE

siendo su Moyses y su Josué a un mismo tiempo en la paz y en la guerra en los Tercios y fuertes Españoles, ya refrenando con su religioso zelo la licencia militar y ya oponiéndose, quando la fuerza del caso lo pedia, a los asaltos enemigos: buen testigo es Boroa, quando el ultimo y general alzamiento, el qual (voz es de todo este Reyno) milagrosamente se mantubo a industrias y esfuerzos solamente suios mas de un año en lo ultimo y en lo mas empeñado de la guerra, con muy pocos de los nuestros, imbadido de inmensas tropas de barbaros, que como fieros Leones, dando vueltas al frente, le sercaban y por instantes le embestian. Pero qué cuento? que parte tiene este Reyno de Chile nostri non plena Laboris, puede su Reverendissima decirme, pues nunca su ardiente zelo supo parar, y aun despues que sus conocidos talentos le retiraron al gobierno de toda su religiosa Provincia, visitando sus casas y Colegios, volvió a correrlo todo, llegando asta el desviado Chiloé, a donde ninguno de los Provinciales ha llegado. Diga pues con mucha razon en su Historia que es conocida experiencia y verdad cierta cuanto escribe, pues escribe no solo lo que ha oido de los mas fieles antiguos originales que con diligente examen ha averiguado de todos los casos del Reyno, desde su primera Conquista, sino lo que en mas de cuarenta años de assistencia ha visto por sus ojos y tocado por sus manos: quod audivimus, quod vidimus oculis nostris, quod penpeximus, et manus nostre contrectaverunt, annunciamus vobis.

Y haziendo tan conocida fee en quanto escribe, bien puede su Rma. en su historia singularmente engrandecerse y lebantarse con aquella gloria del mejor escritor, que decia: Dico ego opera mea Regi, Lingua meacalams scribe. "Dedico mis obras al Rey, mi lengua es pluma de escribano" Quiere decir que es tan de la Verdad quanto escribe, que no ay palabra que en su lengua no tenga el testimonio mismo de Verdad que pudiera tener en la pluma de un escribano que da fee y autoriza y assi, que obra o escritura tan real no la dedica sino al Rey: Dico ego opera mea Regi, Lingua mea calamus scribe. Ni menos le asusta en este Grande Historiador el Velociter scribentis, pues su pluma, por lo veloz ligera, mas parece que ha volado por los anales del tiempo que corrido por los espacios del papel, dexando asombrado a este Reyno de ver en tan breves dias, en medio de las grandes continuas ocupaciones de gobierno, tan perfectamente acabada una obra que en tantos años no pudieron principiar muchos ingenios, que quantas vezes la emprendieron tantas vencidos de la difficultad se retiraron, dexándola sin duda para esta pluma voladora y para esta mano valiente. Miraba Exequiel aquellos mysteriosos animales, llenos de plumas, que andaban apostando ligerezas con el mismo rayo en los aires: et animalia ibant, et reberteban tur in similitudinem fulguris coruscantis; pero admiraba yo la mano de un hombre que iba devaxo de sus plumas; et manus hominis sub pennis eorum: que las plumas vuelen no es marabilla, que son plumas, pero que aya mano de un hombre que pueda seguir y atener con una pluma voladora, esta sí que es marabilla. Miro la pluma de esta Historia, que apostando al rayo mismo ligerezas ha volado por el dilatado campo que en este nuevo mundo se descubre, pero admiro la mano del author valiente que en tan relevado estilo pudo seguir sin parar los vuelos de tal pluma. Y me parece oygo en esta ocasion al mas florido de los Poetas celebrando la dicha de este Reyno, cuias militares azañas, hasta oy sepultadas en la region mas obscura del olvido, ya en esta historia se ven subitamente florecer y salir con vida inmortal para el theatro del mundo.

Mavortia signa rubescunt
floribus, et subitis animantur frondibus haste.

Claudia

sí ya no lo dixo mejor el ingenioso emblema de aquel que de una parte puso a la Parca fiera acabando y arruinando Reynos, y de otra parte un libro curiosamente entretexido y coronado de rosas, quando cantó assi:

Regna cadunt, Vrbes pereunt, meque fuit olim
Roma manet, preter nomen inane nihil