quedan confortados, quitado el desvanecimiento y acicalada la sed para proseguir bebiendo.
La chicha, que es como la cerveza o como nuestro vino, es la alegria de todos los convites y fiestas y es la bebida usual, porque ay indios que jamas beben agua sino chicha en sus casas, y si falta es un gran pleito con las mugeres, sobre que suele aver palos. Y a falta de chicha le dan al marido ulpo, que es arina de zebada o de maiz tostado con agua, bebida y sustento de los caminantes y de los que van a la guerra. La chicha la hazen de todo genero, como maiz, trigo, zebada, y de frutas como manzanas, peras, membrillos, frutilla, piñones, murtilla y otras frutas particulares de la tierra: muelen el grano y échanle levadura y cuézenlo, y en tomando punto está hecha. Suelen hazer una chicha que llaman Mechol, de sola levadura, que es fortissima y emborracha, y esa suelen hazer en algunas fiestas particulares que llaman Mechol prun, que significa: baile con chicha mechol, porque esa se lleba como un vino muy anexo y regalado y es muy espesa.
Y en esa como en las demas ponen en la botija un isopo de ojas de maiz en un palo para menear en la botija el asiento y que se baya repartiendo en todos los basos que sacan. Y en los jarros o malues, que son unos cangilones de madera en que beben, ponen un tenedor de madera para revolver por si ay una pajita y para que la espesura se reparta. Y es cosa infalible y cortesia asentada que en llegando uno a casa de otro o passando por ella, aunque vaya muy de prisa, ha de parar y le han de poner una botija de chicha que la acabe, y quando se quiere ir a la puerta ha de beber un cantaro y le han de importunar que no se vaya, y en subiendo a caballo, como si no hubiera bebido gota, llega por un lado el dueño de la casa y le brinda con un jarro, y la muger lleva un cantaro y se le pone en el arcion de la silla, y le ha de beber y repartir por mas que haya bebido, y aquel es para que en el camino no tenga hambre ni sed y que no diga: "passé por la casa de tal indio y no me dió una sed de agua."
Quando han de hazer mucha chicha para una gran fiesta, se juntan de noche las mugeres, y puestas en rueda con sus piedras de moler están toda la noche cantando a una un cantar muy gracioso, en que van haziendo los tonos al compas del movimiento del moler. Las viejas y los niños que no tienen fuerzas para moler (que pide mucha fuerza) trabaxan en hazer levadura, que la hazen de la harina que van moliendo, mascándola y echándola en unos cántaros, y ay vieja que con la levadura echa una muela. Esta levadura y la arina molida la echan en unas pailas muy grandes que están al fuego con agua, y esa es la chicha en tomando punto, la qual, si se guarda muchos dias, se azeda y está fortizima como un vinagre fuerte y picante. Y esa les suele saber mejor, que dizen que es como vino anexo, la qual, a los que no están echos, les haze torcer el rostro y hazer gestos y ellos la hazen buena cara y dan una castañetada con la lengua saboreándose. Assi lo hizo un cacique llamado Catumalo, gobernador y Capitan de los indios de Arauco, que iendo a pedir a un Padre le favoreciesse con una botija de vino que avia menester mucho para una fiesta de grande obligacion, le dixo el Padre que no tenia ninguna por avérsela acabado, sino una de vinagre. Pidió que le traxesse un baso de el vinagre para probar si era aproposito y vino bueno para su fiesta, y luego que le probó, oregeó y dió una castañetada con la lengua, diziendo al Padre y a los indios que iban