que se intitula Gen Voyhe, que quiere decir Señor del Canelo, por ser el canelo insignia de paz, que son como dos insignias y estandartes, el uno de paz y el otro de guerra.
El Toqui general de la paz es a quien le pertenece el juntar los caciques para las cosas tocantes a ella, y assi cuando se ha de tratar entre ellos de hazer pazes o de cosas tocantes a la Republica, como de unas fiestas, de una borrachera, de un casamiento o cosas semexantes, o de la composicion de algun pleito que con pagas se compone, este Cacique y Toqui general lo trata y saca para insignia de paz un ramo de canelo. Y si an de tratar materias de guerra, como un alzamiento general, una batalla o maloca, el señor del Toqui saca su acha, como quien saca su estandarte, colorado, porque le tiñe con sangre, y en saliendo todos los soldados y gente de guerra acuden a la voz del estandarte real y dizen que ya la tierra está ensangrentada, y que los rios an de correr sangre. Como para significar la paz, sacan el ramo de canelo y otro toqui de pedernal blanco o azul, que es el estandarte de paz y dizen que ya todo ha de ser placer y gusto, y que en lugar de agua han de correr los rios chicha, que es como su vino y todo su deleite.
El ser Toqui o Cacique no se adquiere por merced ni eleccion, sino por herencia, de modo que muerto el cacique passa el cargo al hixo mayor o al mas capaz, y si el hizo mayor es pequeño, exercita el cargo el hermano del Cacique difunto o el pariente mas cercano, hasta que el hixo mayor tiene edad competente; y ay poca ambicion entre ellos por ser de poca utilidad el officio y cargo de cacique, aunque es de honor. Y despues que entraron los españoles en esta tierra y pusieron tributo a los indios y servicio personal, estiman en mas el ser cacique por eximirse del trabaxo personal y no pagar tributo, que por cedulas reales no le pagan los caciques ni sus primogenitos. Y tienen otros privilegios y esenciones que su Magestad les ha concedido, de que no necessitan los indios de guerra en Chile, porque las esenciones se las ganan ellos a punta de lanza, y por no sugetarse a servir ni pagar tributo, sustentan con valentia la guerra, como despues veremos.
Los puestos de capitanes, que es otra dignidad entre ellos, no duran mas de lo que dura la marcha y la faccion de guerra. Y lo ordinario suelen ser capitanes los mismos caciques, por no querer sujetarse a otros, aunque a muchos por valientes y de buena disposicion en la guerra los eligen por capitanes sin ser caciques. Y entre los indios de paz que militan con los españoles, como ay mas sugecion, se eligen por capitanes, no a los caciques, sino a los que son mas valientes y de mejor disposicion para el gobierno de la guerra, y a essos obedecen. Y demas de los capitanes de su propia nacion, a quienes suelen llamar capitanexos, les ponen los Españoles otros capitanes de nacion Española que saben su lengua y los llaman capitanes de naciones, los quales los gobiernan y sugetan con mas potestad e imperio, porque sus capitanexos no se atreben a mandarles con señorío, sino a su modo, por via de ruego; porque si un capitanexo de estos de su nacion manda algun indio con algun imperio o le habla un poco alto, vuelve contra él la lanza y le dize: que cómo le manda a él no siendo mas que un indio, que tercie la lanza y pruebe a ver si es mas que él y quien es mas valiente de los dos. Bien que estas osadias las reprimen los capitanes de naciones españoles; pero en el exercito de los indios enemigos, como son todos de una nacion, no ay mas obe-