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DIEGO DE ROSALES.

confianza de que ya es suya, y al mismo passo se desaniman los contrarios.

El romance que en estas ocasiones cantan es tristíssimo, y mucho mas el tono, que solamente el oirle causa melancolia y desmayo a los contrarios. Y en él les dizen: "como ya el leon hizo presa en sus carnes, y el alcon o nebli cogió aquel pajarillo, que se animen los leones a despedazar a los corderos, y los neblies vuelen con ligereza tras los paxarillos y despedazen sus carnes," y con estas metáforas hazen ostentacion de la valentia de su exercito que es de Leones y de Alcones y Neblies generosos, y el de el contrario de temerosos corderillos y paxarillos cobardes. Y con esto hazen temblar la tierra, sacudiendo todos a un tiempo con los pies el suelo, y entretejiendo las lanzas y haziendo ruido con ellas, dan voces al enemigo motejándole de cobarde y diziéndole que venga por la cabeza de su soldado o de su capitan, que si todos ellos son tan valientes como aquel, no deben de ser soldados ni valientes, sino mugeres y cobardes. Y diziendo esto les vuelven a acometer y seguir el alcance, porque despues de oir cantar victoria siempre se ponen en huida, o porque les han muerto la cabeza o por el desmayo que les causó la que vieron enarbolada y por el haliento que causó a los contrarios el buen sucesso.

La cabeza con que cantan victoria la lleban a su tierra y la cuelgan como estandarte o vandera que han quitado al enemigo, y la ponen en parte pública despues de averla embiado de unas provincias en otras para hazer ostentacion de su victoria, y que sepan que tienen aquel capitan menos por enemigo y se animen a volver otra vez a la guerra. Y lo ordinario es presentar una cabeza de estas a otra Provincia para obligarla a que corte otra semexante de el enemigo y les retorne el presente. No usan de vanderas ni caxas de guerra, ni trompetas, porque no las tienen ni las saben hazer: solo se van a lo natural, y de astas de toro hazen unas cornetillas, y con ellas y sus tamboriles se convocan. Los Españoles, como ellos no traen en sus exercitos vanderas, suelen no llevarlas tampoco por no perder donde no pueden ganar, y principalmente no las lleban a las malocas por ser correrias ligeras y porque no quede el enemigo ufano cogiendo alguna, no teniendo ellos ninguna que poderles ganar; solo a las campeadas las lleban, y al meter y sacar las guardias en los tercios, al hacer esquadrones y ponerse las compañias en órden.

A la retirada cada uno se va por su camino como lobo por su senda, sin guardar forma de esquadron ni hazer cuerpo de exercito, assi los vencedores como los vencidos, sin obedecer ya mas a sus capitanes. Ya los vencidos los desprecian como a hombres que no han sabido gobernar su exercito. Y con ser tan animosos en viéndose vencidos y entrando en ellos el miedo, huyen sin vergüenza y no tienen por afrenta el huir, ni entre ellos se le da a alguno por baldon el aver huido, ni de eso se avergüenzan, antes se alaban de valientes y de animosos por aver salido bien de el peligro huyendo de la muerte y de el riesgo, que a vezes es valentia el escaparse de él y muestra de valor, como no sea con vergonzosa huida. Y el ordinario lenguage es dezir Montun, en que significan que aunque huyeron, fué con valentia y librándose de el peligro, y que los que murieron en la guerra murieron como cobardes y no teniendo brio ni esfuerzo para librarse del peligro. Y es el huir en estos indios lo mas comun por verse derrotados y que no tienen cabeza ni modo para encorporarse; que quando la tienen, pelean osadamente y con teson hasta morir, sin mos-