que fué escrito hace justos doscientos años, aguarda todavía en paz que acabe de roerle el diente de la polilla o salgan sus pájinas a luz, revestidas con el lujo de aparato a que son acreedoras las obras que ajusto título merecen ser llamadas monumentos nacionales."
Despues de esa época i durante mas de seis años, el señor Vicuña Mackenna ha recibido numerosas invitaciones de particulares (ninguna del gobierno) para dar a la imprenta esta obra, ofreciendo algunos ciudadanos jenerosas suscriciones personales; pero las ocupaciones administrativas i políticas del escritor mencionado no le habian permitido hasta el presente consagrar a la publicacion que hoi acometemos la asidua atencion que bondadosamente nos ha prometido.
Tales, son los sumarios antecedentes bibliográficos de esta obra, la mas importante en su jénero, que haya sido confiada a las prensas sud-americanas.
Nosotros esperamos colocarnos a la altura de tan arduo cometido. Ojalá que el público chileno sepa alentarnos en él!
Valparaiso, marzo 20 de 1877.
Una sola palabra tenemos que agregar hoi a este preámbulo escrito i publicado hace siete meses. La Historia de Chile por el padre Rosales ha encontrado la mas entusiasta acojida en toda la redondez del pais, en la villa como en la aldea, en el hombre de estudio como en el hombre de trabajo. Pero esa adhesion noble i calorosa ha tenido una sola escepcion, o mas bien dos: Santiago i el Gobierno del pais.
Dada la proporcion de las aldeas con la capital, aquellas se han suscrito como cien i la última como uno. El gobierno ni siquiera en la proporcion de cero.
Pero aunque estas circunstancias hagan todavía precaria nuestra empresa, desplegamos sus velas con confianza i entregamos la barca i sus tesoros al ancho mar del porvenir.
Valparaiso, octubre de 1877.