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HISTORIA DE CHILE

En 50 grados y trece minutos se perdió este navio y salió en tierra esta gente, y en 39 grados tomó puerto Simon de Alcozoba Sotomayor, Portugues, caballero del orden de Santiago, gentilhombre de la cámara del Rey de Castilla, el qual aasentó con el Emperador poblar y descubrir doscientas leguas mas adelante de los linderos del Gobierno del adelantado Almagro y que segun las demarcaciones antiguas caian en este Reyno de Chile. Este caballero tubo mucha luz de estas poblaciones de indios del Perú junto al Estrecho, porque arribando al puerto de los Leones en el Estrecho, donde le cogió el imbierno en el tiempo que alli estubo, comunicó con unos indios que tenian ceñidos los brazos con planchas de oro y trahian otras pendientes de las orejas, de los quales supo que la tierra adentro avia grandes rancherias de Indios, donde avia mucho oro. Con estas noticias se determinó de ir en busca de esta poblacion, y llebando cuatro piezas pequeñas, las municiones y bastimentos necessarios, marchó con la mayor parte de su gente, y sintiéndose rendido del trabajo de caminar a pie por tan malos caminos y cordilleras, por ser hombre muy gruesso, no se rindió su valiente espiritu, sino que animando a la gente y encomendando la jornada a un cabo, se volvió el a los navios y los soldados prosiguieron el viage llebados de las guias. Caminaron noventa leguas por asperissimos caminos y faltóles la constancia para conseguir el fin de su deseo, que sin ella no se emprenden ni consiguen cosas grandes, y amotinándose volvieron atras y mataron a su General Alcozoba porque los traia por caminos tan dificiles, y quitando la vida a otros cabos obligaron a los pilotos que volviessen la proa a España, y por este insulto se volvieron los elementos contra ellos y se perdió la capitana con una tormenta, y el otro navio arribó maltratado a Santo Domingo, donde se hizo justicia de los mas culpados.

Sin estas noticias ubo otras que avivaron esta fama, porque, siendo Gobernador de este Reyno de Chile D. Garcia Hurtado de Mendoza, hijo del Marques de Cañete, embió dos navios a descubrir el Estrecho de Magallanes y sus puertos con superiores intentos de facilitar por el la comunicacion con España. Encargó esta empresa al General Juan de Ladrillero, el qual, haziendo su viage felizmente por el Estrecho, en 45 grados echó gente en tierra, los quales cogieron dos indios, que examinados, dieron a entender por señas que alli cerca avia Españoles vestidos como los que alli estaban, y con barbas, y tomando uno de ellos un carbon pintó un fuerte y dió por señas a entender que por alli estaba, con que todos se persuadieron que era el fuerte de los Españoles del obispo de Placencia, como ya referí.

Todas estas son congeturas y vislumbres de la luz mas clara que de la poblacion de los Españoles y de los indios del Perú dieron los dos Españoles que, como diximos en el capitulo 24, se huyeron de esta poblacion por aver hecho una muerte y vinieron por tierra hasta los Puelches de enfrente de la Villarica, y desde alli a la Concepcion, plaza de armas de Chile. Estos dos hombres fueron, el uno, Pedro de Oviedo, natural del Condado de Niebla, y el otro Antonio de Cobos, entrambos marineros, y el uno official de carpintero de rivera, y el otro, cantero, que entrambos trabajaron en la obra del Convento del Seraphico Padre S. Francisco que se hazia en la Concepcion, y todos los vieron y comunicaron y digeron como eran de los que avian naufragado en el navio del