ADVERTENCIA DEL EDITOR.
Proyectamos dar a luz una obra considerable: la mas vasta i fundamental historia de nuestro pais. Y acometemos tan colosal tarea bajo los auspicios de todos los chilenos.
En vano se ha ocurrido a la Universidad; en vano se ha ocurrido al Gobierno; en vano se ha ocurrido al Congreso Nacional con aquel fin altamente patriótico.
Miéntras se ha protejido a manos llenas publicaciones de todo jénero (especialmente las de escritores estranjeros) i miéntras la impresion de las Memorias Ministeriales, que abrazan por lo comun solo un año del período de nuestra vida administrativa, absorbe anualmente por sí sola una suma de 15 a 20 mil pesos del presupuesto nacional, no hubo nunca un puñado de escudos para comprar siquiera el precioso manuscrito español que hoi entregamos a la prensa i que yacia desde hacia mas de cincuenta años en el archivo de un rico i descontentadizo bibliófilo de la Península. Mucho ménos hubo un auxilio ni grande ni mediocre para publicarlo.
¿Lo habrá por acaso hoi dia?
Pero si el mundo oficial,—Universidad, Gobierno i Congreso,—ha sido sordo al llamamiento de una empresa jenuinamente nacional, no sucederá otro tanto con el Pueblo, este gran protector de todo lo que está destinado a su adelanto, a su aprovechamiento i a su gloria.
Por esto no hemos vacilado en afrontar los injentes gastos i sacrificios de todo jénero que exije la publicacion de una obra tan estensa, laboriosa i delicada como la presente; i por esta misma razon,