Página:Historia de una anguila y otras historias.djvu/106

Esta página ha sido corregida
100
ANTÓN P. CHEJOV

muchos. Lo único que me falta es un hogar y una compañera fiel. Llevo una vida de gitano, sin alegrías, sin tener nadie que me dé un consejo. Cuando estoy enfermo, no tengo quien me dé un vaso de agua... Le diré también que en sociedad un hombre casado tiene más importancia que un soltero... Soy hombre culto; pero, con todo, ¿qué represento? Nada. Por lo dicho notará usted que me animan deseos de contraer matrimonio con una persona digna.

—Esto es perfectamente natural—suspiró la casamentera.

—No conozco a nadie en este pueblo. ¿Adonde dirigirme si toda la gente me es desconocida? He ahí la causa de que mi amigo me haya aconsejado que me dirigiese a una persona especialista en estas cuestiones, que esté consagrada a forjar la felicidad humana. Por lo tanto, le ruego, respetable Liubof Grigorievna, que tome este asunto en sus manos y dé nuevo rumbo a mi vida solitaria. Usted sin duda conocerá todas las señoritas de este pueblo y no le será difícil complacerme.

—No es difícil...

—Haga el favor... una copita...

La casamentera tomó una copita y la vació de un golpe.

—No es difícil—repitió —. Pero, ¿qué clase de novia desea usted, Nicolai Nicolaivitch?

—¿Yo? La que la suerte me depare.

—Es cierto que esto depende de la suerte;