Página:Historia de un amor turbio - Los perseguidos (1908).pdf/28

Esta página no ha sido corregida
28
Historia de un amor turbio

Entre tanto, la pequeña Eglé había salido al balcón. Rohan, ganado por la bella música de Tosti y más que todo por el recuerdo que tenía de la Pacini, atrajo la criatura á sí y comenzó distraído á acariciarle el cabello. Poco a poco Eglé se fué aproximando á su amigo y al rato, bajando Rohan la mi— rada, vió los ojos azules de Eglé fijos en los suyos con una expresión de hondo examen, ó más bien que había comenzado siendo examen y no era sino ahora una muda contemplación.

La criatura, al verse observada, miró á otro lado. Rohan detuvo la mano y Eglé se apretó más aún á él.

V —Se va? le preguntó.

Si, mañana respondió Rohan, jugando con su cuello. La pequeña se calló.