Página:Historia de un amor turbio - Los perseguidos (1908).pdf/150

Esta página no ha sido corregida
150
Historia de un amor turbio

tando con ella, sintiéndola suya, olvidaría todo.

Ahora era de él, toda de él — trataba de empaparse en eso. Cuando de pronto, mientras la mano calmante pasaba por su cabeza y sentía en el oído el corazón de Eglé, vio nítidamente al otro en su propio lugar, en otra circunstancia perfectamente igual á la de ese momento. Si estando solo esta imagen la hacía profundo daño, al lado de ella, viviendo la evocación, no pudo soportarla.

Levantóse bruscamente y se paseó. Vió de costado la expresión desolada de Eglé, y en vez de calmarlo esto, revió al otro, caminando una vez como él, y á Eglé, la misma Eglé que quería calmarlo... Esta extendió la mano al pasar Rohan delante de ella.

—Pero qué tienes!—gimió consternada.

Ex—ac—ta—men—te eso había dicho al otro — Déjame! — clamó, arrancando violentamente su mano. No ves que me vuelvo loco?