Estoy tan contenta de habértelo dicho....
Prosiguieron caminando cogidos de la cintura, entregándose en oprimidos besos el consuelo de su amor lastimado. Pero la escena del banco volvía obstinadamente á Rohanaún acariciándola—y como se argumentaba á sí mismo como si hablara con ella, Eglé pronto notó que él estaba pensando. Detúvose y cogiéndole la cara entre las manos lo miró con honda súplica; Rohan, inmóvil, soportó friamente el examen y luego se desprendió, reanudando la marcha.
—Lo más doloroso para mí rompió de pronto, la voz de nuevo cambiada — es que hayas necesitado acordarte del otro para defenderte de mi.
1 —Oh!—lo detuvo Eglé, apartándose. Rohan!
la atrajo en seguida.
1 —No, no..... No quise decir eso..... No sé lo que dije..... perdóname!
Eglé lo besó con honda pasión, repitiéndoi