Página:Historia de un amor turbio - Los perseguidos (1908).pdf/123

Esta página no ha sido corregida
123
Historia de un amor turbio

XIX 123 Una tarde, Rohan sorprendióse de no ver á Eglé esperándolo.

—Ha salido, pronto vuelve—le dijo la madre. La menor de Olmos estuvo hace una hora; usted sabe la amistad que tienen con Eglé. Quería á toda costa que fuera á comer con ella; es su cumpleaños y nunca ha faltado mi hija. Al fin Eglé consintió en ir un Tato, esperado estar de vuelta antes de que usted llegara. Ha venido temprano hoy—concluyó mirando el reloj.

—Sí, sefiora.

—Espero, Rohan.....

—Oh! supondrá que no soy tan chico!—se sonrió aquél con franqueza.

—Ya va á venir, no puede demorar. Entr