Página:Historia de un amor turbio - Los perseguidos (1908).pdf/102

Esta página no ha sido corregida
102
Historia de un amor turbio

La mañana, fresca y llena de sol, le hizo entornar los ojos, todavía no bien despiertos.

Caminó un rato distraída de aquí para allá sin resolución precisa ni vaga de hacer nada, Al fin se detuvo, suspiró profundamente oprimiéndose la cintura con las manos y miró á todos lados, aburrida. No sabía qué hacer.

Pensó un momento en tocar el piano, pero sentíase llena de pereza de hacer ruido ella misma. Concluyó por subir á su cuarto y volvió con un libro. Sentóse en un banco y releyó atentamente el título cuatro ó cinco veces con la mente vaga. Vió así una hor miga que cruzaba el sendero y la siguió con los ojos hasta que se perdió en el césped.

En seguida levantó la cabeza y el sol le hizo cerrar los ojos. Trató de afrontarlo, usando su mano de pantalla, y por mucho que se esforzó, aún cerrando del todo un ojo y abriendo el otro apenas, la luz la deslumbraba. Resignóse y se sentó de costado, la