Página:Historia de las sociedades secretas, antiguas y modernas en España y especialmente de la Francmasonería - Tomo I.pdf/95

Esta página no ha sido corregida

y otras personas, á quienes el Inquisidor general permitió asistir. El reo, hincado de rodillas y revestido con el traje de costumbre, oyó su sentencia; recibió una reprension, leyó y firmó una abjuracion de sus herejías, hizo una profesion de fe católica apostólica y romana, con la promesa de no acudir en adelante á las asambleas masónicas. El tribunal decia en su sentencia que el reo merecia ser castigado más severamente; pero que no lo era en consideracion á no haber nacido en España y por un efecto de la compasion y benignidad del Santo Oficio.

»Despues de cumplida su condena, el hermano Tournon fué conducido, bajo la custodia de los dependientes del tribunal, hasta la frontera de Francia, donde fue acogido por los masones con las muestras de simpatía que su desgracia inspiraba.

»Estas terribles persecuciones continuaron en España y Portugal durante todo el siglo XVIII, pero siendo impotentes para destruir por completo la masonería, pues hay lógia en alguna ciudad de España que ha continuado hasta nuestros días sin abatir columnas ni un sólo momento, es decir, sin interrumpir jamás sus trabajos, como lo prueban los documentos que conserva en sus archivos.

»En 1776, la lnquisicion portuguesa instruyó otro celebre proceso contra dos nobles francmasones de aquel país, el mayor D'Alincourt y Oyres de Ornelles-Parasao, que fueron tambien sometidos diferentes veces al tormento para obligarles á declarar los secretos de la Sociedad.»

Lo de los malos tratamientos es de la cosecha de John Truth: la narracion de Llorente no lo dice, como otras cosas que añade, y lo de las terribles persecuciones, pues apenas se halla noticia de ninguna causa seguida por este motivo en la Inquisicion.

John Truth dice además que Tournon habia sido reconocido por los hermanos de Madrid. En el interrogatorio publicado por Llorente dice Tournon todo lo contrario. Uno de los dos historiadores miente. ¿Cuál de ellos?

$ XXIII.

Causa de Olavide : su autillo.

D. Pablo Antonio Olavide, natural de Lima, descollaba en la córte de Madrid, á mediados del siglo pasado, por su elegancia y por su volterianismo y desafeccion á la Iglesia. La construccion de un teatro en Lima despues del terremoto, le trajo serios disgustos, y se le mandó venir á Ma-