Página:Historia de las sociedades secretas, antiguas y modernas en España y especialmente de la Francmasonería - Tomo I.pdf/77

Esta página no ha sido corregida

duque de Orleans, aceptó la direccion de la francmasonería en 1771, pero era francmasón mucho antes. Dejemos esto por muy sabido, para hablar de la familia real de Nápoles.

Refiere Findel, que el rey Carlos III publicó en 1731 un edicto contra la francmasonería, la cual se hallaba entónces en estado muy floreciente en Nápoles, tanto por el número como por la calidad de los sócios; pero que habiendo sabido en 1751, el Breve en que Benedicto XIV la condenaba, hubo de bastar esto para que el Rey la tomase bajo su proteccion, en odio al Papa.

La Civilta responde á esto que mal podia Cárlos III condenar la francmasonería en 1731, cuando él no era todavía Rey de Nápoles, pues no lo fué hasta tres años despues, y que entónces la francmasonería aún no se había fijado en Italia. Errores y anacronismos de este género son muy comunes en los escritores francmasones, pues en las cosas del siglo pasado no saben ellos más que nosotros los profanos, y no basta que un historiador francmason asegure una cosa para que vaya á creérsele, como si lo dijera un oráculo (1). Por mi parte tampoco creo lo de la proteccion dispensada en 1751, aunque no extrañaria que la condenacion hecha en España en aquel año sonase de distinto modo en Nápoles. Fernando VI y Cárlos III no se profesaban gran cariño.

Añade el mismo Findel que Carlos III llegó á tener tanto afecto á los francmasones, que al venir de Nápoles á España para ocupar nuestro trono, encargó á éstos la educacion de su hijo el jovencito Fernando, dándole á uno de ellos el título de confesor. En esto hay otro error, pues el príncipe de San Nicandro, si bien era francmason y ayo del príncipe, no podía ser su confesor, porque pertenecia al estado laical. El ayo se portó como era de esperar; pues siguiendo las instrucciones de Tanucci, dueño absoluto de aquella monarquía, le enseñó poco, y eso malo, dejándole hebetarse en las diversiones y placeres. Por ese lado no saca mucha honra la francmasonería.

A la sombra de la regencia, y con el favor de Tanucci y de la reina Carolina, la francmasonería arraigó en Nápoles y cundió prodigiosamente, desde 1760 á 1775. Organizóse en 1760, formando lógias regulares con patente de la Gran Lógia de Holanda. Celosos los ingleses de aquella dependencia, dieron una patente de la Gran Lógia de Inglaterra, para que las napolitanas formasen provincia dependiente del Gran Oriente inglés. No les gustaba mucho á los aristócratas napolitanos, afiliados en aquella francmasonería,

______________________

(1) Ya hemos visto que abundan entre ellos los documentos apocrifos y las noticias falsas La misma historia de la francmasoneria por John Truth, publicada en castellano, es un gran almacen de patrañas.