Página:Historia de las sociedades secretas, antiguas y modernas en España y especialmente de la Francmasonería - Tomo I.pdf/52

Esta página no ha sido corregida

iglesia es muy caprichosa, y casi irregular, y como si quisieran formarse con ella tres triángulos. En los muros v en las pintadas vidrieras se vé un escudo, con una escuadra y un martillo. Suena al tiempo de entrar en ella, un eco misterioso, que parece la repercusion del ruido en la bóveda del coro, y que dicen se oye á veces desde la iglesia (1). La estátua de Mosen Rubí saca la espada con la mano izquierda: la de su mujer tiene la mano derecha sobre el antebrazo izquierdo, en la actitud masónica de dolor, postura rara y poco comun. La hospedería se destinaba para una obra de beneficencia, más que de caridad. Dicen que algunas cosas raras, que observó la Inquisicion, hicieron que ésta impidiera la conclusión de la obra. Todo este cúmulo de circunstancias no deja de ser chocante. El Sr. D. Juan Martin Carramolino las compendia en estos términos (2): «Más de un extranjero y algún estudioso español han querido hallar alguna significación misteriosa en esta notable fundacion... Los emblemas, dominantes en muchas partes de la obra, y de que se hace repetidísimo alarde en los escudos que ostentan los capiteles de las columnas del patio, y hasta en el magnífico pulpito de mármol blanco, que es un pentágono, y en el que están esculpidos un compás, una escuadra y un mazo ó martillo; el adorno que sirve de corona o remate á la silla presidencial del coro, que es una esfera o globo terrestre, atravesado por un puñal, blandido por una mano; las tres primeras gradas de la escalera de la torre, cortadas en forma triangular; las grandes columnas dobles que dan entrada á la única nave del templo, formada del polígono indicado; el ruido muy perceptible de repetidos golpes que se sienten desde la entrada misma en el templo, y que van apagándose por todo el espacio, sin que se conozca el motivo casual o principio acústico á que este eco obedece,,y algunas otras particularidades que omitimos, pero sin poder pasar en silencio la época de la fundacion, el personaje á quien se invistió del patronato, que residió largo tiempo en Flandes, la órden que los Reyes dictaron para que no continuase la obra, y la exencion canónica (poco canónica, debia decir) de toda Visita eclesiástica y gobierno diocesano,a fin de que siempre se la considerase como una institución lega y civil, son en verdad punntos que excitan á meditaciones profundas en el hombre sesudo y pensador.»

En efecto; para casualidad son demasiadas casualida-

_____________________________

(1)Yo solamente he podido oírlos á la entrada como repercusión del ruido de los pasos en la bóveda del coro. Por respeto al templo y á la comunidad que estaba en el coro no me atreví á más detenidos experimentos.

(2) Historia de Ávila..., por el Excmo. Sr D. Juan Martin Carramolino, tomo III, pág. 115.