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LXII.


Anécdotas masónicas de este tiempo.


Mucho hace que hemos perdido de vista al amable embustero John Truth, en quien tenemos el gusto de encontrar de cuando en cuando tantas mentiras como especies, fabricadas como de encargo para la gloria del Gran Arquitecto del Universo, y dignas continuaciones en el género mirovolante, ó miro-bólico, de la primera noticia acerca de la muerte de Adoniram y las pesquisas de Patricio en busca de su secreto. Imposible es hablar de ellas seriamente, pero tambien lo es el omitirlas, cuando andan rodando por todas las obrillas de francmasonería.

Las siguientes patrañas son de la cosecha del francmason Clavel, cuya historia, si en todo es tan cierta como en lo relativo á España, deja á la verdad mucho que desear. Truth las copia sin decir de dónde las toma, como no sea la grotesca del general Córdova, que al mismo Truth debió de parecerle demasiado fuerte para hacerla pasar sin autoridad. En cambio cita otras, callando su procedencia, y aun las adiciona con alguna mentira especial, como vamos á ver.

Para apreciar lo que dice, debe ántes consignarse que Fernando VII, en su decreto de amnistía, dado en 1.° de Mayo de 1824, no exceptuó de ella á los masones y demás sectarios de las sociedades secretas sino en el caso de que hubiesen hecho proposiciones dirigidas á pedir la destitucion del Rey ó la creacion de la Regencia, aludiendo á la declaracion de ineptitud pedida en Sevilla.

En 1.° de Agosto (dos dias antes de la sublevaoion de Tarifa) se dió el decreto contra las sociedades secretas, muy distinto de lo que dice Truth, pues exigia que los masones y comuneros, para gozar de la amnistía, hubieran de espontanearse. En 25 de Setiembre se mandó que los espontaneamientos se hicieran ante los Obispos, y en 9 de Octubre volvia á condenar á los francmasones y comuneros y otros sectarios á pena capital y confiscacion de bienes, excepto los amnistiados ó espontaneados. «Con la caida del gobierno constitucional en 1823, volvió de nuevo España á ser el teatro de las más implacables persecuciones (1). El 1.° de Agosto de 1824, Fernando VII renovó su decreto contra la Sociedad, pronunciando la pena de

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(1) Este año el guerrillero llamado el Trapense fusilo el hermano Sardá, porque le encontró el diploma de mason.