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Amicus Plato, sed magis amica veritas. Me es sensible haber tenido que escribir este párrafo; pero mi deber es en esta parte, decir la verdad . El silencio calculado en semejantes casos es una parcialidad que rebaja al historiador.

Conviene tambien, y mucho, que los realistas vean á dónde los llevan ciertas exageraciones; que no se debe defender el Catolicismo por esos medios reprobados, pues el fin no santifica los medios, y que ni se debe ser más papista que el Papa, ni más realista que el Rey, adelantándose á querer que la Providencia no haga lo que está haciendo. y resucite lo que pasó para no volver. Veamos ahora las maquinaciones masónicas en contraposicion á las del realismo furibundo.


§ LVIII


La francmasonería en España desde 1824 á 1833: conspiraciones liberales fomentadas por ella : atentado contra Eguía.


Con la entrada de las tropas francesas, restablecimiento del gobierno absoluto y libertad de Fernando VII, terminaron las luchas entre las sectas y sociedades secretas, al ménos ostensiblemente, y quedó la francmasonería sola, como sucede en tales casos. Más astutos y silenciosos los masones, y más hábiles que los otros para conspirar, continuaron con sus lógias, principalmente en Catalana y Andalucía, focos principales de su actividad é influencia. En Tarragona se reunian en una casa cerca del puerto, en donde se aparentaba tener un almacen de paja. En Barcelona lo verificaban casi públicamente al amparo de las autoridades y guarnicion francesa. El ejército francés de invasion estaba lleno de francmasones, y la misma guardia real francesa que venia con el duque de Angulema, lo era en gran parte. En casa de un amigo mio de Madrid hicieron alarde de ello los oficiales franceses allí alojados, y el dia del ajusticiamiento de Riego se reunieron en logia para hacer un oficio fúnebre.

Así es que los masones hallaron en todas las tropas francesas la mayor proteccion, teniendo únicamente que precaverse de los guerrilleros y de los voluntarios realistas.

Estos á su vez se enfurecian, no solamente por el deseo de vengar pasados agravios, sino por la proteccion que á aquéllos dispensaban los franceses y algunas autoridades, á quienes atribuian, con verdad ó con mentira, todos los desastres y delitos por entónces ocurridos. A los masones se