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noticia de esta órden ó estar por algun motivo privados de comparecer, no menos que el haberse presentado á algun comandante u otro jefe de las divisiones realistas, y en este caso solamente podrán acudir á la propia Junta, para que les pueda atender, sí hubiese alguna vacante, y destinarles al empleo que la misma tenga á bien confiarles: sin perjuicio de tomar en uno y otro caso los correspondientes informes sobre si han desmerecido en su buena reputacion y decision por la justa causa del Rey y del Altar.

»Todo lo que de órden de la misma Excma. Superior Junta se hace notorio, y se manda su publicacion y fijacion en los parajes públicos y acostumbrados donde se hallen las divisiones de dicho Ejército Realista; á fin de que nadie pueda alegar ignorancia. Dado en Manresa, á 23 de Setiembre de 1827.—José Busons, comandante general presidente.—D. D. José Corrons, vocal.—D. D. José Quinguez. vocal—Fr. Francisco Vinader, vocal.—D. D. Magin Pallás, vocal,—Miguel Buscallá, vocal. »De acuerdo de S. E. la Junta superior de la provincia de Cataluña.—D. D. Juan Bautista Comes, secretario.»

A pesar de las escasas fuerzas con que contaba el Rey en Cataluña para combatir á treinta y tres batallones de realistas, organizados y bien armados, y otros tantos más que se hubieran podido organizar, el viaje de Fernando VII á aquel país atemorizó á los promotores de la sedicion. Todos principiaron á disculparse, y no pocos á remitir mensajes de adhesion, que pueden verse en la Gaceta, y que honran poco á sus autores. Los sublevados lo llevaron muy á mal, viéndose denostados por los mismos que los habian comprometido. El cabecilla D. Narciso Abres (a) Pixola, llevado de un arrebato de cólera, publicó el dia 22 de Setiembre un terrible manifiesto desenmascarando á vários de éstos, y citando nombres propios. Allí se hallan las siguientes terribles palabras : «Catalanes : Tiempo es ya de romper mi silencio para vindicarme con vosotros de la calumnia con que nos acusan todos los Obispos del Principado en sus respectivas pastorales, atribuyendo nuestros heróicos hechos á ser obra de sectarios jacobinos; borron que estoy sintiendo, sin que pueda dejar de manifestarlo: nada de eso, muerte a éstos es lo que hemos jurado.»

Supone Pixola que estaban comprometidos en aquella empresa muchos consejeros de Estado, y cita entre ellos al P. Cirilo, al duque del Infantado, Calomarde y Carvajal, el inspector de voluntarios realistas. Una cosa es que así lo publícáran los de la Junta, y que los jefes secretos de Marid se lo hicieran creer así, y otra que estuvieran comprometidos en la rebelion aquellos personajes. Yo no lo creo.

Fernando VII llegó á poseer algunos secretos, y esto que