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se hicieron liberales volviendo las armas contra el Rey mismo á quien habian defendido, así muchos de los guerrilleros defensores de Fernando VII de 1820 al 23, volvieron contra él las armas de 1824 á 1827, portándose como liberales y obrando al estilo de éstos. Esto es ya público y notorio: callarlo fuera necedad y crimen, no sufrir que se diga es hipocresía y soberbia. Pues qué, si yo lo callara, ¿no tendrian razon los liberales para escupirme á la cara? Con harta razon me dirian: «Si lo sabes y callas, eres parcial y pícaro; si no lo sabes siendo público, eres inepto y necio.» Ad hoec, me lacente, clamabunt lapides.


§ LV.


Invectivas lanzadas desde el extranjero contra las camarillas palaciegas: réplicas de los realistas.


Los emigrados liberales publicaban continuamente en el extranjero noticias infamantes contra Fernando VII y su gobierno. En la Revista de Edimburgo escribian los personajes más notables de la revolucion española, y contaban con una suscricion numerosa, queriendo los ingleses, por este medio, dar de comer decorosamente á los literatos emigrados. Tenian tambien otro periódico, titulado Ocios de los Emigrados, como veremos luego. Pero las más sensibles para el gobierno español eran las invectivas que contra él se propalaban en Francia, y á veces no por emigrados, sino por funcionarios públicos, y aun por personas allegadas al mismo gobierno de aquella nacion. De entre. estos folletos, los que más amargaron á los ministros de Fernando VII fueron dos: el uno, intitulado Ojeada sobre España; obra del ex-diputado M. Duvergier de Hauranne, y el otro, escrito, por M. de Salvandi, sobre el partido que se puede tomar respecto de España. No eran enteramente ajenos á la publicacion de tales folletos los fondos de los insurgentes americanos: las soluciones propuestas en ellos á favor de éstos, lo indicaban á tiro de ballesta.

A los dos se respondió en un folleto anónimo, titulado: Respuesta de un español a dos folletos publicados en parís contra el Rey nuestro señor y su gobierno (1). Este, no tanto, contesta á los cargos de los folletistas franceses, cuanto

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(1) Un folleto de 82 páginas en 4.ª y edicion compacta. Madrid: imprenta de Amarita, 1825. En la portada dice: Semper ego auditor tantum. Nunquam ne reponam?