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ces los comuneros, si bien sintieron no haber podido llegar al poder, sin embargo, no dejaron de achacar á los anilleros toda la culpa sobre los sucesos de la Guardia y otros. Los masones por otra parte no les guardaron muchas consideraciones, y, oprimidos y acosados por todas partes, los anilleros se vieron en la necesidad de disolverse y repartirse cobardemente entre los masones y comuneros. Como aquéllos estaban en el poder, es muy claro que la mayor parte de ellos se uniria con los masones, y muy pocos con los comuneros; y por esta razon éstos se dieron entonces por más ofendidos que nunca contra los masones, en virtud de que se había formado una sociedad poderosísima, rival de ellos con la union de otras dos que eran ya poderosas y rivales suyas.»

Hasta aquí la obra del Sr. Riera sobre los sucesos del 7 de Julio y sus consecuencias para las sociedades secretas, que no puede aceptarse sino á beneficio de inventario, como dicen los juristas; pues siendo una quimera lo de la sociedad de los anilleros, lo es tambien lo que se achaca á esa supuesta sociedad secreta.

§ XLIX.


Pugnas entre los masones y comuneros despuos del 7 de Julio: Invasión francesa: reconciliación entre masones y comuneros: cisma entre éstos por las intrigas del Grande Oriente.


Continuaremos describiendo estos sucesos, copiándolos de la obra citada del Sr. Riera y Comas (1), el cual, á su vez, la copió del manuscrito inédito del redactor de El Zurriago, que describió la sedicion del 7 de Julio. Incapaz este escritor de mirar las cuestiones desde un punto de vista elevado, con todo eso es su narracion apreciable, porque desciende á pequeñeces y minuciosidades poco conocidas ; describe los manejos, intrigas y rencillas de las sociedades secretas, en los cuales aparece muy versado, y retrasa á ciertos personajes con alguna verdad, aunque la exageracion del espíritu de partido le hace recargar demasiado los colores en no pocas ocasiones.

Continúa diciendo así:

«Cuando marchaba el ministerio con la mayor decision y entusiasmo á la consolidacion de sus planes; cuando éstos


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(1) Tomo III, pag. 316.