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Dice así el primero respecto de la de Nueva-España (1): «Hasta la ida de las tropas expedicionarias esta sociedad contaba con pocos indivíduos, que vivian aisladamente y ocultos por temor de la Inquisicion, habiendo sido el primero en reunirlos y darles forma de cuerpo el oidor de Méjico, D. Felipe Martinez de Aragon, español.

»Los principales eran el Sr. D. Fausto Elhuyar, español, suegro de Martínez, que era el decano en el país, habiendo sido recibido en Alemania desde que fué pensionado por el gobierno español á hacer sus estudios. ¡Dos frailes franciscanos! y algunos más, todos españoles, pues los mejicanos no empezaron á. entrar hasta algun tiempo después. La llegada de las tropas expedicionarias dió nueva importancia á la asociacion, por pertenecer á ella los jefes y casi toda la oficialidad, así como todos los oficiales de marina (2).

»La primera lógia que se estableció en Méjico, en 1817 á 1818, no sé por qué casualidad fué en la casa de los capellanes del convento antiguo de religiosas de Santa Teresa (que no habitaban ellos), en la calle de este nombre, de donde pasó al núm. 20 de la calle del Coliseo Viejo, y se titulaba la Arquitectura moral. Despues el número fué creciendo, entrelazándose de tal manera las personas, que sucedió el que, de dos hermanos, el uno fuera secretario de la Inquisicion, y el otro estuviese alistado en la masonería, siendo empleado ea la secretaría del virey.»

¡Si estaria bien servida la masonería con este hermano .•. metido en la secretaría del virey, y con afinidades íntimas en la de la Inquisición.

Mas pocas líneas antes, y al principiar el tomo II, supone la existencia de lógia en Veracruz con fecha anterior: «Los comerciantes de Veracruz eran muy liberales, con rarísimas excepciones... Instrumentos ciegos de los independientes, aquellos hombres, por medio de la lógia en que estaba afiliada la mayoría, lo fueron por completo en aquella época.»

Por manejos de ésta se sublevó la guarnicion en 1820 y obligó á jurar la Constitucion al mariscal de campo D. José Dávila. «Apenas habia jurado éste la Constitucion, dirigién dose á un navarro francmason, hombre honrado, pero muy tonto, que habia hecho gran papel en el motin, le dijo:— Señor D. N., me han obligado Vds. á jurar la Constitución; pero hoy han hecho Vds. La independencia de este país.»

En efecto : así fué, y el pobre navarro lo contaba en la

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(1) Méjico desde 1808 d 1867, por D. Franciscode Paula Arrangoiz, tomo II pág. 5.

(2) ¡Todos! Ya puede ver mi contrincante el Sr. D. Cesáreo Fernandez, quo no soy yo solo quien lo dice, y que, ántes bien, es opinion general.