Página:Historia de las sociedades secretas, antiguas y modernas en España y especialmente de la Francmasonería - Tomo I.pdf/244

Esta página no ha sido corregida

pada de la ley en su país, le habían abandonado y refugiándose en España para hacer desde ella una guerra cruel a su pátria. El ministerio constitucional español se servía de ellos para prevenir los ataques de los que los amenazaban.

»Entre estos conspiradores se hallaba un tal Ch..., que hizo imprimir en los periódicos liberales de entónces las calumnias más atroces contra la augusta familia de los Borbones de Francia. El grotesco destacamento que se presentó en el Bidasoa tan luego como se supo que el ejército aliado iba á entrar en la Península, se componia en gran parte de indivíduos de esta asociacion. Pero hacía ya mucho tiempo que el club central de estos traidores se hallaba en Bilbao, protegido por la autoridad superior constitucional, quien habia recibido la órden de facilitarle y procurarle la mayor extension.

»La asociacion, dirigida por un ex-coronel, conocido con el nombre supuesto de Legrás, tenía numerosas relaciones en Francia, de donde sacaba sumas considerables, y de donde hizo venir uniformes para un escuadron de cazadores. Se cree que esta asociacion se entendia directamente con un comisario regulador en París, y que mantenia relaciones marítimas en las costas de Normandía. Tenía tambien en Barcelona un agente, nombrado M. R., ex-oficial de Marina. Este último estaba reputado allí como un empleado de la policía francesa, pero se le dió bien pronto toda confianza, porque el Grande Oriente liberal habia ordenado que sr le ayudase en todas sus operaciones.

»El patriarca de la francmasonería, uno de los primeros revolucionarios españoles, se lisonjeaba de obtener el triunfo más completo para la causa de los conspiradores, por la facilidad que tenían de arrojar la tea de la discordia en el Mediodía de Francia, y estableció para esto clubs de correspondencia con las principales ciudades de la frontera.»

Hasta aquí el artículo de la Biblioteca de Religion, en lo que se refiere á los carbonarios y á las sociedades secretas españolas de aquel tiempo, pues con esto concluye la serie de sus importantes revelaciones.

La carbonería no fue extinguida en España completamente con la entrada de los cien mil hijos de San Luis, pues se sostuvo en Cataluña al amparo de la guarnicion francesa. Las conspiraciones descubiertas allí por el conde de España en 1827 y siguientes eran obra, más que de los masones, de los carbonarios, quienes tuvieron tambien la mayor parte en el degüello de los religiosos, quema de los conventos y represalias horribles contra los presos de la ciudadela. Los francmasones, como más ilustrados y humanitarios, dejan siempre estas atrocidades repugnantes á cargo de los